miércoles, 10 de agosto de 2011

Roald Amundsen




Explorador de los Polos. Fue el primer hombre en llegar al Polo Sur, en una carrera inhumana en la que el inglés Roger F. Scott perdió la vida junto a otros compañeros de expedición.

Roald Amundsen nace en Borje, Noruega en 1872 y muere en el Ártico en 1928 cuando la avioneta en la que viajaba en busca de un compañero, desaparece en un accidente.

Antes también fue el primer hombre en encontrar el Paso del Noroeste y atravesarlo, recorriendo toda la costa canadiense. Su mayor propósito fue ser el primer hombre en llegar al Polo Norte, pero el puesto se lo quitó el norteamericano Robert Peary en 1909.

Roald Amundsen nació en una familia de capitanes y propietarios de navíos. Ya con 8 años dormía con la ventana abierta en invierno para acostumbrarse al frío. Su madre lo eligió para que se alejara de la industria naval familiar y le encaminó hacia la medicina, aunque lo dejó cuando ella murió. Amundsen había sentido toda su vida un oculto deseo por los viajes inspirado por la primera travesía a Groenlandia hecha por Fridtjof Nansen en 1888. Una vez que dejó los estudios, se hizo marinero y decidió dedicarse a la exploración de las regiones polares. La financiación de sus proyectos era el primer escollo a salvar. En busca de un patrocinador, viajó a los Estados Unidos donde conocería al millonario Lincoln Ellsworth, quien junto a otras personas contribuiría significativamente para sus exploraciones polares.

En 1903 Amundsen comandó la primera expedición que logró recorrer el Paso del Noroeste entre los océanos Atlántico y Pacífico, junto a otros 6 integrantes a bordo del velero Gjøa, comprado por él. La expedición duró unos dos años en los que recorrieron diversas tierras del norte. Durante esta época, Amundsen estudió a los habitantes locales llamados Netsilik para aprender sus técnicas de supervivencia, algo que lo llevó a adoptar sus vestiduras. También de ellos fue que aprendió el uso de trineos con perros de tiro.

Años después prepara su viaje al Polo Norte, pero tras saber que éste había sido hallado por Peary, decide cambiar sus planes sin anunciarlo a nadie, y dirigir su expedición hacia el Polo Sur. Sólo unas semanas más tarde y cuando se encuentra en Madeira, Amundsen escribe a Scott, jefe de la otra expedición en la misma dirección, para anunciarle su proyecto. Esto no es bien recibido por Scott y su grupo, quienes a partir de entonces sienten que se ha dado comienzo a una carrera.

La mayor preparación de Amundsen, su técnica, su conocimiento y manejo del trineo de perros, así como su experiencia con los Inuit, fueron claves para lograr el éxito de su empresa. Mientras que la expedición inglesa comandada por Roger F. Scott sufrió lo indecible durante su travesía, la de Roald Amundsen realizó un viaje sin demasiados imprevistos ni dificultades. Llegó al Polo Sur un 14 de diciembre de 1911, 35 días antes que el otro equipo.

A pesar de ello, la mayor repercusión la tuvo la expedición inglesa, dada las dificultades por las que atravesó y el valor de los expedicionarios, algunos de los cuales murieron en el intento. De ello queda un libro magnífico titulado "El peor viaje del mundo", escrito por uno de los supervivientes.

Amundsen por otro lado, siguió viajando y explorando. Era su vida.

En 1928 toma un hidroavión en busca de otro explorador perdido, Nobile. El avión sufre un percance, se pierde su contacto y días después los restos se encuentran flotando en el Mar de Barents. Ni rastro de su cuerpo a pesar de que la búsqueda duró varios meses.

Hoy día aún hay expediciones que tienen como objetivo encontrar algún rastro del cuerpo de Amundsen.

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