miércoles, 7 de septiembre de 2011

Thor Heyerdahl



Esta nueva aventura viene de la mano de otro aventurero noruego: THOR HEYERDAHL.

Thor Heyerdahl nació en octubre de 1914 y falleció en abril de 2002. Dejó sus estudios de zoología para lanzarse de lleno al estudio de los orígenes de la raza y cultura polinesias.

Quizá su más famosa expedición sea la llamada Kon-Tiki; la Kon Tiki en realidad era una gran balsa hecha con troncos manipulados con la que quiso demostrar su teoría de que la gente de Polinesia tenía su origen en los nativos sudamericanos. Bajo ese nombre y con el mismo propósito, salieron tres expediciones. La primera de ellas realizada en 1947 (tras participar en la II Guerra Mundial) cuando se embarcó con otros cinco hombres en una balsa hecha de tronco y navegó desde la costa de Perú hasta la Polinesia, solo para demostrar que hubo contactos en tiempos remotos entre estas zonas.

Al principio fue tachado de loco, pero poco a poco mucha gente empezó a interesarse por su plan. El puerto donde se construía la balsa comenzaba a llenarse de visitantes y curiosos. Muchos de ellos aconsejaban al noruego que no intentara llevar a cabo lo que parecía un sueño. Los marinos eran los más desconfiados; daban muchos consejos a los hombres que pretendían lanzarse a la aventura y les advertían sobre los peligros de la travesía.

Thor Heyerdahl no podía negar la existencia de estos riesgos, pero estaba convencido de que otros hombres habían realizado este viaje mucho antes y de que, por tanto, él también podría lograrlo. Y así fue. El viaje de la "Kon-Tiki" duró tres meses y medio, y no sólo fue una experiencia osada y excitante, sino también una hazaña científica.

“La expedición Kon Tiki”, se llamó también el libro que publicó Heyerdahl, un autentico clásico de la literatura de viajes.

" En el caso de las migraciones oceánicas, el factor determinante no es la distancia, sino el hecho de que el viento y las corrientes tengan o no el mismo curso general día y noche, durante todo el año. Los vientos alisios y la corriente ecuatorial van hacia Occidente debido a la rotación de la Tierra, y ésta no ha cambiado nunca desde que existe el hombre". - explicaba él.

El documental de la expedición ganó un premio de la Academia de los Oscar en el año 1952.

Pero la cosa no quedó aquí: entre 1969 y 1970 organizó las expediciones “Ra I” y “Ra II”, con las que pretendía demostrar los contactos entre Sudamérica y Egipto, ya que había encontrado, supuestamente, analogías en ambas culturas. El Ra I fue un bote de caña de papiro construido con las técnicas tradicionales de la región africana del lago Chad, pero con la estructura y el timón copiados de las pinturas murales del antiguo Egipto. Con esta no consiguieron acabar el viaje y por eso surge la Ra II, también hecha en Papiro, pero con las técnicas empleadas por los marineros del lago Titicaca.

En esta ocasión si consiguieron atravesar el Atlántico desde Marruecos a las Islas Barbados, en 57 días.

Algunas de sus palabras fueron:

"Después de mis expediciones en embarcaciones de juncos, los investigadores aceptan que en los últimos 5.000 años los océanos han unido, más que dividido, a la humanidad."


"...en cuanto a la aventura, nunca he hecho nada por ella en sí, pero no le tengo miedo; al contrario, disfruto cuando se cruza en mi camino..."

sábado, 20 de agosto de 2011

Osa Johnson



Se llamaba Osa Leighty y nació en Kansas, EEUU, en el año 1893.

Adquirió el apellido de su marido, Martin Johnson, con quien compartió la pasión por la aventura, los viajes y la fotografía. Apenas unos meses después de conocerse, decidieron casarse y ella le acompañó a un viaje a los Mares del Sur donde grabaron un documental sobre los caníbales de algunas islas. Su vida a partir de entonces se convierte en un continuo viaje, siendo su hogar una goleta en los mares del sur, una balsa en Borneo, una tienda en un safari etc...

Era una mujer extrovertida, optimisma y alegre que cautivaba a propios y extraños. Incluso en las imágenes en las que se le ve junto a los caníbales, ella aparece como una dulce dama que no teme a nada.

En 1918 se estrenó en Nueva York la película "Con los caníbales en los Mares del Sur", primera película filmada por Martín y donde apareció Osa, junto al jefe caníbal Nihapat y sus fieros guerreros desnudos, convirtiéndola en toda una heroína. Habían recorrido las Islas Salomón y Borneo en el Océano Pacífico y las Hébridas en el oeste de Escocia, en el Atlántico.

A principios de los años veinte llegaron a Nairobi, a documentar las especies amenazadas por la caza indiscriminada. Con coraje y espíritu aventurero filmaban a los indígenas y la fauna salvaje de los lugares que visitaban: Osa se fotografió rodeada de leones, elefantes, rinocerontes.... Fueron pioneros en documentales etnográficos.

En un párrafo del trepidante libro escrito por ella "Casada con la aventura" y mientras van en busca de un famoso lago en Kenia, que al parecer aún ningún blanco había encontrado, Osa cuenta: " Hacia el mediodía tropezamos con una asamblea. Unos trescientos guerreros permanecían sentados en un gran círculo al lado del camino, enfrascados en lo que parecía una importante sesión ejecutiva. Llevaban unos enormes tocados de plumas de avestruz que resultaban temibles y atractivos al mismo tiempo, y portaban lanzas de metal de casi dos metros de longitud, coronadas con penachos de las mismas plumas. Estos penachos, según supimos, indicaban que en aquellos momentos los guerreros estaban en paz con el mundo. Sus cuerpos, toscamente adornados con arcilla roja, brillaban y olían a aceite de ricino."

Después, tras días y semanas de safari con un grupo de porteadores muy numeroso, consiguen sin previo aviso y gracias a un guía nativo, alcanzar la cima de un monte desde el que vieron un hermoso lago bajo sus pies: " Nos encontrábamos en lo alto de un precipicio que dominaba uno de los lagos más hermosos que yo había visto jamás. (...) En las partes poco profundas, junto al borde del agua, crecía una maraña de bejucos y liliáceas, grandes liliáceas azules africanas. Patos silvestres, grullas y garcetas describían círculos en la superficie y se zambullían. Había animales, más de los que podíamos contar, metidos tranquilamente en el agua hasta las rodillas, bebiendo.
- ¡Es un paraíso Martin! - exclamé.
Él asintió.
Y así fue como el lago Paraíso recibió su nombre."


En 1937, mientras viajaban en una avioneta, tuvieron un accidente en el que Martin Johnson fallece. Hubo once heridos, entre ellos Osa.

Ella falleció en 1953 cuando planeaba volver a Africa.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Roald Amundsen




Explorador de los Polos. Fue el primer hombre en llegar al Polo Sur, en una carrera inhumana en la que el inglés Roger F. Scott perdió la vida junto a otros compañeros de expedición.

Roald Amundsen nace en Borje, Noruega en 1872 y muere en el Ártico en 1928 cuando la avioneta en la que viajaba en busca de un compañero, desaparece en un accidente.

Antes también fue el primer hombre en encontrar el Paso del Noroeste y atravesarlo, recorriendo toda la costa canadiense. Su mayor propósito fue ser el primer hombre en llegar al Polo Norte, pero el puesto se lo quitó el norteamericano Robert Peary en 1909.

Roald Amundsen nació en una familia de capitanes y propietarios de navíos. Ya con 8 años dormía con la ventana abierta en invierno para acostumbrarse al frío. Su madre lo eligió para que se alejara de la industria naval familiar y le encaminó hacia la medicina, aunque lo dejó cuando ella murió. Amundsen había sentido toda su vida un oculto deseo por los viajes inspirado por la primera travesía a Groenlandia hecha por Fridtjof Nansen en 1888. Una vez que dejó los estudios, se hizo marinero y decidió dedicarse a la exploración de las regiones polares. La financiación de sus proyectos era el primer escollo a salvar. En busca de un patrocinador, viajó a los Estados Unidos donde conocería al millonario Lincoln Ellsworth, quien junto a otras personas contribuiría significativamente para sus exploraciones polares.

En 1903 Amundsen comandó la primera expedición que logró recorrer el Paso del Noroeste entre los océanos Atlántico y Pacífico, junto a otros 6 integrantes a bordo del velero Gjøa, comprado por él. La expedición duró unos dos años en los que recorrieron diversas tierras del norte. Durante esta época, Amundsen estudió a los habitantes locales llamados Netsilik para aprender sus técnicas de supervivencia, algo que lo llevó a adoptar sus vestiduras. También de ellos fue que aprendió el uso de trineos con perros de tiro.

Años después prepara su viaje al Polo Norte, pero tras saber que éste había sido hallado por Peary, decide cambiar sus planes sin anunciarlo a nadie, y dirigir su expedición hacia el Polo Sur. Sólo unas semanas más tarde y cuando se encuentra en Madeira, Amundsen escribe a Scott, jefe de la otra expedición en la misma dirección, para anunciarle su proyecto. Esto no es bien recibido por Scott y su grupo, quienes a partir de entonces sienten que se ha dado comienzo a una carrera.

La mayor preparación de Amundsen, su técnica, su conocimiento y manejo del trineo de perros, así como su experiencia con los Inuit, fueron claves para lograr el éxito de su empresa. Mientras que la expedición inglesa comandada por Roger F. Scott sufrió lo indecible durante su travesía, la de Roald Amundsen realizó un viaje sin demasiados imprevistos ni dificultades. Llegó al Polo Sur un 14 de diciembre de 1911, 35 días antes que el otro equipo.

A pesar de ello, la mayor repercusión la tuvo la expedición inglesa, dada las dificultades por las que atravesó y el valor de los expedicionarios, algunos de los cuales murieron en el intento. De ello queda un libro magnífico titulado "El peor viaje del mundo", escrito por uno de los supervivientes.

Amundsen por otro lado, siguió viajando y explorando. Era su vida.

En 1928 toma un hidroavión en busca de otro explorador perdido, Nobile. El avión sufre un percance, se pierde su contacto y días después los restos se encuentran flotando en el Mar de Barents. Ni rastro de su cuerpo a pesar de que la búsqueda duró varios meses.

Hoy día aún hay expediciones que tienen como objetivo encontrar algún rastro del cuerpo de Amundsen.

lunes, 8 de agosto de 2011

Alexandra David-Néel





Exploradora del Tíbet. Fue la primera mujer occidental en entrar en la ciudad prohibida de Lhasa, tras años de dura travesía y disfrazada de mendiga tibetana.

Nació en París, el 24 de octubre de 1868 y falleció en Digne, en los alpes franceses, el 8 de septiembre de 1969.

Fue una mujer inteligente y rebelde desde niña. Su biografía está repleta de anécdotas que se suceden desde temprana edad, escapando siempre de casa para encontrar mundos nuevos, para explorar. Pero siempre, una y otra vez, era devuelta a sus padres que, como todos los padres, se preocupaban por ella y su irreflenable disposición a la aventura.

En una ocasión escribe:
"LLoraba amargas lágrimas más de una vez, pensando en que la vida se me escapaba de las manos tantas veces durante mi temprana juventud, sin hacer nada sino dejarla pasar. Pensaba que estaba perdiendo bellisimos momentos que nunca volverían. Mis padres sin saberlo, en su afán por protegerme e inculcarme una educación acorde a lo que se esperaba de una señorita, me hicieron más daño que cualquier enemigo paciente."

Era una mujer inquieta y fascinante. Con 18 años y con una bicicleta y pocas pertenencias, se marcha de nuevo de casa sin decir nada a sus padres y recorre Francia hasta llegar a España.

A partir de entonces comienza a viajar con regularidad y comienzan así mismo sus estudios orientales, del Corán, de Teosofía etc. Como curiosidad hay que destacar su paso por el teatro como actriz de ópera, trabajo que le otorgó reconocimiento y que acabó dejando pronto porque no le ofrecía lo que ella más deseaba: viajar lejos y conocer la religión y cultura budistas.

Pero eso llegó años después. Antes, su viaje a India, consentido por su esposo que era también su amigo y un hombre que le entendía bien. Se despidió de él, esperando volver en un par de años apenas... pero finalmente fue cartoce años después, en 1925, que ambos se volvieron a encontrar... apenas unos días.

Durante esos años ella había recorrido buena parte de Asia estudiando y conociendo la cultura Tibetana, el budismo y el sánscrito. Su intención era estar preparada para encontrarse con los grandes gurús y pensadores que eran quienes podían abrirle las puertas de aquello que ella más deseaba; el conocimiento.

Gracias entre otras cosas a esa preparación, a su continuo deambular de una país a otro de Asia y a su inseparable compañero, el joven lama Yongden a quien había cogido en adopción, consigue por fin y tras muchos contratiempos, entrar un día en la ciudad prohibida de Lhasa. Allí pasa dos meses aprendiendo y recorriendo la ciudad. Hablando con todos, meditando, escribiendo.

Y a escribir es a lo que dedica el resto de su vida cuando vuelve a Europa y se asienta en los Alpes en 1928. En la localidad de Digne construye su particular fortaleza de meditación y sabiduría. En un lugar de cielo azul y montañas blancas, "el Everest lilliputiense" como lo llamaba ella.

A pesar de ello, continúa viajando con la compañía de Yongden. Cuando éste fallece, ella siente la soledad y la nostalgia de las altas montañas del Himalaya. Escribe y relata sus aventuras; es reclamada en numerosas conferencias y organismos para dar testimonio de sus descubrimientos.

Hasta el día de su muerte, con casi 101, persiste en la idea de viajar y renueva su pasaporte porque: "nunca se sabe"...